El último informe de Unicef sobre
tendencias en la mortalidad maternal muestra una visión esperanzadora de la evolución de este grave problema. En el año 1990 fallecieron 543.000 mujeres como consecuencia directa del parto. Esta cifra se ha reducido hasta 287.000 en el año 2010. Sigue siendo una cifra alarmante que se traduce en cientos de miles de dramas humanos. La reducción en los fallecimientos, por otra parte, pone de manifiesto que los programas de cooperación internacional al desarrollo pueden proporcionar grandes resultados cuando los objetivos y las acciones están claramente definidos.
La siguiente infografía muestra la evolución del Índice de Mortalidad Maternal.
El 56% de los fallecimientos se producen en África Subsahariana. Casi todos los países del ranking de mortalidad maternal pertenecen a esta región.
- Chad (1100)
- Somalia (1000)
- República Centroafricana (890)
- SIerra Leone (890)
- Burundi (800)
- Guinea-Bissau (790)
- Liberia (770)
- Sudán (730)
- Camerún (690)
- Nigeria (630)
- Lesoto (620)
- Guinea (610)
- Niger (590)
- Zimbabwe (570)
- Congo (560)
- Mali (540)
- República Democrática de Congo (540)
- Mauritania (510)
- Mozambique (490)
- Laos (470)
- Afganistán (460)
- Malawi (460)
- Tanzania (460)
- Zambia (440)
- Angola (450)
- Costa de Marfil (400)
- Senegal (370)
- Gambia (360)
- Kenia (360)
- Benin (350)
- Etiopía (350)
- Ghana (350)
- Haití (350)
- Ruanda (340)
Son especialmente preocupantes los casos de Chad, Congo, Zimbabwe, Camerún, Lesoto y Somalia, en los que la situación ha empeorado respecto del año 1990.
Sudáfrica también ha experimentado un empeoramiento severo en la mortalidad maternal. Su índice ha pasado de 250 en 1990 a 300 en el año 2010, aunque llegó a tener un máximo de 360 en el año 2005. La causa de este incremento está relacionada con la elevada incidencia del SIDA en aquel país.
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