lunes, 9 de diciembre de 2013

La generación de Nelson Mandela

Nelson Mandela nació en 1918, un año especialmente complicado para nacer. Con su fallecimiento se cierra una generación que nació cuando todavía resonaban los disparos de la Primera Guerra Mundial.

Su infancia tuvo lugar en los duros años de la posguerra y la Gran Depresión. Alcanzaron la edad militar justo cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial. La de 1918 fue una de las generaciones más castigadas por la guerra. Murieron por millones. Algunos tuvieron que seguir combatiendo en la guerra de Corea y los sucesivos conflictos entre Israel y las naciones árabes. Los que sobrevivieron en Europa y América tuvieron que forman sus familias en los años más duros de la Guerra Fría y el Terror Nuclear. En Asia y África tuvieron menos suerte, ya que el final de la Segunda Guerra Mundial fue el comienzo de los conflictos provocados por la descolonización y el fin de los imperios.

Además de Nelson Mandela, la generación de 1918 ha dado otras figuras inmensas, como Richard Feynman, Frederick SangerAleksandr Solzhenitsyn, Leonard Bernstein y Rita Hayworth. Los ingenieros y científicos de 1918 fueron decisivos en el desarrollo de la energía atómica, la carrera espacial y la genética.



En el largo plazo, le debemos mucho a las personas nacidas en 1918, primero porque han contribuido a hacer un mundo mejor y segundo porque lo han hecho en condiciones extremadamente difíciles.


jueves, 17 de octubre de 2013

Las razas no existen

Una porción considerable del esfuerzo científico del Siglo XIX se dedicó a establecer las diferencias entre las razas humanas y fabricar evidencias orientadas a "demostrar" la superioridad de unas sobre otras. Los frutos de este trabajo fueron el racismo científico y la eugenesia, las infames teorías pseudo-científicas que empleó el nazismo como justificación para sus deleznables actos de genocidio.

El racismo científico y la eugenesia aparecieron en una época en la que la ciencia real estaba naciendo y no existían grandes diferencias entre lo que hoy llamamos ciencia y lo que hoy consideramos "ciencias falsas" o pseudociencias. En estos tiempos también apareció la homeopatía, la frenología y otras muchas aberraciones intelectuales que, en la actualidad, sobreviven gracias al engaño, los prejuicios y la superstición.

El avance de la genética ha demostrado, más allá de cualquier duda razonable, que no hay nada de cierto en el racismo científico ni la eugenesia. Avanzando un poco más, en la actualidad es muy dudoso que el propio concepto de raza tenga sentido alguno. Las características étnicas distintivas, como el color de la piel, son el resultado de adaptaciones específicas al entorno y agregaciones más o menos caprichosas de genes.



El proyecto Genoma ha encontrado que la definición de "humano" se encuentra codificada en un conjunto característico de genes que compartimos al 99,7 % con los chimpancés y al 50% con las moscas.

Las características genéticas que tradicionalmente hemos atribuido a las razas se condensan en una fracción insignificante de genes que influyen en aspectos relevantes para la supervivencia en determinadas áreas geográficas, como la cantidad natural de melanina que produce nuestra piel o la coloración del cristalino. La mayor parte de los rasgos asociados al concepto de raza son, por otra parte, puramente aleatorios.

A los humanos se nos da muy bien inventarnos razas. Es, por ejemplo, lo que hemos hecho con los perros. Tras domesticar a los lobos empezamos a cruzarles entre ellos favoreciendo, por azar y selección artificial, que se potenciaran diversos rasgos característicos. Así, creamos los caniches, los terrier, los dogos y cientos de razas diferentes. A pesar de sus diferencias aparentes, todas las razas de perros son esencialmente idénticas desde un punto de vista genético. Tan solo un puñado minúsculo de genes recesivos determina las diferencias entre chihuahuas y san bernardos.

Para lograr separar y aislar los componentes genéticos de cada raza canina se necesitan decenas de generaciones y cruces entre individuos familiarmente próximos (hermanos o primos). Por el contrario, para diluir una raza basta con realizar cruces durante dos o tres generaciones con perros de otras razas. El resultado será la obtención de perros callejeros estándar, que paradójicamente suelen ser los más inteligentes y preparados para la supervivencia.

Con los humanos sucede exactamente lo mismo. Las aparentes diferencias étnicas que hemos cultivado tras milenios de aislamiento geográfico se diluyen con rapidez cuando las razas se mezclan.

Las razas no existen. Una raza es un subconjunto insignificante de genes recesivos que ponen de manifiesto que un grupo más o menos numeroso de personas lleva decenas de generaciones apareándose entre ellos, muchas veces por necesidad y, desde la aparición del racismo, por capricho.

Las razas son una invención y una estafa. Con el conocimiento proporcionado por el proyecto Genoma, hoy es posible afirmar que lo único que hay detrás de todos aquellos que apelan al concepto de raza para proponer o justificar políticas xenófobas, segregacionistas o discriminatorias es el racismo y la ignorancia.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El uso del agua

La huella del agua es un concepto mucho más práctico y preciso que la huella de carbono para medir el impacto de la actividad humana sobre la naturaleza, así como las consecuencias que tendrá para la humanidad el uso irresponsable de los recursos naturales.


Cada actividad humana tiene un impacto directo en términos de consumo de agua. Por ejemplo, fabricar unas zapatillas deportivas requiere consumir más de 8.500 litros de agua.

A nivel global dedicamos el 70% del agua a tareas agrícolas. Las técnicas agrícolas de baja tecnología requieren grandes cantidades de agua para producir cantidades moderadas de alimentos. Los países ricos son capaces de producir excedentes alimentarios consumiendo en porcentaje menos de la mitad del agua que necesita la actividad agrícola del resto del mundo. Las iniciativas de compartición de tecnología son esenciales para lograr que el planeta sea sustentable.

La industria es el gran consumidor de agua en los países ricos. Las industrias textiles y energéticas utilizan cantidades inmensas de agua. Nuevamente en este caso, los países en desarrollo se ven empujados a utilizar tecnologías que requieren mucho más consumo de agua del necesario.

El agua es esencial para la supervivencia. Es el patrón real de la riqueza y la prosperidad potencial de las naciones. La paradoja es que existen países con grandes recursos acuíferos pero que no disponen de los medios técnicos y las infraestructuras necesarias para desarrollarlos.

martes, 10 de septiembre de 2013

Filosofía LEAN

Lean es esencialmente una filosofía o cultura de trabajo. A diferencia de otras muchas ideas, tendencias y corrientes de organización del mundo de los negocios, Lean no posee un "libro gordo" desde el que se evangeliza sobre la forma correcta de trabajar.

La idea central de la filosofía Lean es eliminar el despilfarro. En el caso de las empresas, todo aquello que no proporcione valor es un despilfarro. Cualquier despilfarro tiene como consecuencia una reducción en los los beneficios y, por tanto, debe ser eliminados.


Lean identifica tres grandes categorías de despilfarro, que se resumen en sus términos japoneses correspondientes: Muda, Muri y Mura.

Los proyectos de optimización de la producción mediante Lean suelen basarse en los muda:

  • Tener más inventario del necesario, tanto en componentes como en productos terminados.
  • Perder el tiempo por tener personas y equipos esperando a que otros terminen para poder empezar a trabajar.
  • Realizar movimientos innecesarios de personas y equipos, que podrían suprimirse si el espacio se organizara de una forma más razonable.
  • Trasladar componentes y productos de forma innecesaria.
  • Tener que dedicar tiempo a reparar los defectos de producción que podrían haberse evitado.
  • Trabajar más de lo necesario por no disponer de las herramientas adecuadas.
  • Sobre producción por encima de la demanda.


A estos muda clásicos se ha unido el llamado despilfarro del talento, que consiste en tener a personas cualificadas realizando tareas que podrían ser realizadas por personas menos cualificadas y con menor coste de mano de obra.

Por otra parte, los problemas más graves de las organizaciones suelen estar en el muri. Consisten en el trabajo innecesario, absurdo e improductivo impuesto por los supervisores sin que exista una razón de negocio que lo justifique.

Por último, el mura incluye todos los problemas derivados de la falta de estandarización, ya sea de tareas, herramientas, componentes o productos.

La filosofía Lean consiste en introducir el análisis del muda, el muri y el mura en el pensamiento de los directivos y los trabajadores, para trasladar la organización a un escenario en el que todos se preocupan por lograr obtener el máximo rendimiento de los recursos disponibles.


jueves, 25 de julio de 2013

El regreso de la talidomina

La talidomina fue patentada por la compañía farmacéutica Grünenthal en 1954. La comercialización del medicamento comenzó en el año 1957, estando indicado para el insomnio, las cefaleas y las náuseas asociadas al embarazo. Se publicitó como un medicamento milagroso especialmente indicado para su utilización por mujeres embarazadas. Los análisis clínicos indicaban que apenas provocaba  efectos secundarios. La legislación sobre comercialización de fármacos era muy poco estricta en los años 50, lo que permitía comercializar productos que habían sido probados de forma muy poco rigurosa para los estándares actuales.

A finales de los años cincuenta comenzaron a producirse miles de casos de niños que nacían con deformaciones.Hasta 1961 no pudo establecerse la relación entre la talidomina y las deformaciones. El descubrimiento fue realizado por el doctor William McBride y publicado en diciembre de 1961. A pesar de las evidencias, en algunos países la talidomina siguió comercializándose hasta el año 1963.

La estimación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que la talidomina causó en todo el mundo más 10.000 nacimientos con malformaciones graves entre los años 1957 y 1963, el 40% de los cuales fallecieron en el primer año de vida.


Con el nuevo milenio, la talidomina ha resurgido como un posible medicamento indicado para el tratamiento de la lepra. Las patentes de la talidomida han caducado lo que lo convierte en un medicamento barato. La OMS desaconseja la utilización de la talidomina, ya que es virtualmente imposible controlar que se haga un uso adecuado del medicamento. Por otra parte, las barreras económicas empujan inevitablemente a los países en desarrollo a recurrir a medicamentos más baratos a pesar de los riesgos.

En la actualidad la talidomina está siendo extensamente utilizada como medicamento en América Latina, especialmente en Brasil.

Existen razones médicas para volver a utilizar la talidomina. Por otra parte, el riesgo de que el medicamento sea utilizado de forma inadecuada es muy elevado y las consecuencias son potencialmente terribles. En las zonas más deprimidas de Latino América la talidomina se está convirtiendo en un medicamento barato y fácil de obtener que se utiliza como calmante y anti-inflamatorio. Es una desgracia mundial que se repitan las imágenes de niños que nacen con terribles malformaciones que les ocasionarán una muerte prematura o les llevarán a una vida entera de minusvalía.

La crisis de la talidomina cambió la industria farmacéutica, provocando la aparición de leyes más estrictas y controles mucho más rigurosos. Sería dramático volver a caer en los errores del pasado, especialmente porque hoy tenemos el conocimiento de que la talidomina es un medicamento extremadamente peligroso durante el embarazo.

Para saber más:

lunes, 24 de junio de 2013

El problema de la evaluación de la formación

Desde hace más cuarenta años la evaluación de la formación se hace utilizando como referencia el modelo de Kirkpatrick. Según este modelo, la rentabilidad de los programas de formación depende de un proceso de cinco fases:
  • Nivel 1. Reacción. El aprendizaje solo es posible si los alumnos reaccionan de forma positiva a la acción formativa.
  • Nivel 2. Conocimiento. Si los alumnos reaccionan de forma positiva se puede producir una adquisición de conocimiento.
  • Nivel 3. Transferencia. Si los alumnos adquieren conocimiento, pueden aplicarlo (transferirlo) al puesto de trabajo.
  • Nivel 4. Resultados. Si los alumnos aplican los conocimientos al puesto de trabajo se pueden lograr resultados positivos.
  • Nivel 5. Retorno de inversión. El retorno de inversión de la formación es consecuencia de la mejora de resultados.
Según el modelo de Kirkpatrick, es posible crear mecanismos de evaluación para cada uno de estos cinco niveles sucesivos. En la práctica, muy pocas organizaciones han conseguido avanzar más allá del nivel 1 que consiste en la evaluación de la satisfacción.



Este se debe, entre otros motivos, a que el modelo de Kirkpatrick es incoherente con las teorías actuales más aceptadas sobre el aprendizaje de adultos.

La teoría del aprendizaje experimental (1975) de David Kolb postula que el aprendizaje en adultos se basa en experimentar, observar los resultados, reflexionar, elaborar conceptos abstractos basados en la reflexión y los resultados de la experimentación y poner a prueba la eficacia de los nuevos conceptos.

La teoría del aprendizaje activo (1980) de Reginald Revans nos dice que “el aprendizaje del adulto necesita de la experiencia y se ve reforzado cuando las personas tienen la posibilidad de compartir sus puntos de vista con otras personas con experiencias similares”.

La teoría de la andragogía (1980) de Malcom Knowles identifica algunas características predominantes en el aprendizaje de adultos:
  • La experiencia proporciona los fundamentos del aprendizaje.
  • Los adultos necesitan saber la razón por la que tiene que aprender algo.
  • El aprendizaje aparece como una respuesta a necesidades concretas.
  • Los adultos sienten la necesidad de controlar sus procesos de aprendizaje y en especial la planificación y la evaluación.
  • Los adultos responden mejor a las motivaciones internas que a las externas.

Por último, la teoría del aprendizaje transformativo (2000) de Jack Mezirow dice que el factor determinante en el proceso de aprendizaje del adulto es la racionalización de las situaciones en las que aparece un dilema desorientador, una situación que no puede ser resuelta satisfactoriamente con los conocimientos y creencias previos del individuo.

Todas estas teorías nos hablan de cosas que son muy familiares a las personas que trabajan en formación de profesionales. Mi experiencia personal es que las ideas de Kolb, Revans, Knowles y Mezirow son ciertas y complementarias.

El problema, desde el punto de vista de la evaluación, es que estas teorías contradicen  los principios sobre los que se sustenta el modelo de Kirkpatrick y ponen en evidencia sus carencias irresolubles

1. En adultos, la necesidad y la motivación interna son factores mucho más determinantes para el aprendizaje que la satisfacción. Niveles elevados de satisfacción no garantizan la adquisición de conocimiento. No existe correlación entre los niveles de satisfacción y conocimiento.

2. En el caso de los adultos, la adquisición de conocimientos perdurables está asociada a la transferencia. Las personas adquieren conocimientos prácticos reales cuando se enfrentan a problemas reales. La transferencia es anterior al conocimiento.

3. El conocimiento se adquiere con más facilidad si existe experiencia previa en el tema. La rentabilidad de los programas de formación depende mucho más de la necesidad de los empleados que de las características intrínsecas del programa de formación.

4. La formación suele ser una actividad que complementa otras iniciativas de negocio más amplias, por lo que el cálculo de su retorno de inversión aislado no suele ser posible.

5. El aprendizaje social induce la transferencia natural de los conocimientos útiles entre empleados. Si los conocimientos que aporta una actividad de formación son valiosos, estos se extenderán incluso hacia los empleados que no han recibido la actividad formativa.

Las evidentes inconsistencias del modelo de Kirkpatrick eran poco importantes mientras la actividad de formación permanecía parcialmente aislada y ajena a las tensiones del negocio. En el escenario actual la mayor parte de las organizaciones analizan con lupa las partidas de gasto. Ahora, medir los resultados es importante.

La realidad es que el modelo de Kirkpatrick no proporciona una forma práctica de medir ni los resultados ni el retorno de inversión de la formación. Aún en el caso de que lo hiciera, las contradicciones del modelo son tan serias que las cifras que nos proporcionase seguramente serían tan inconsistentes como los principios sobre los que se asienta.

Este es, posiblemente, el motivo por el que cada vez más departamentos de formación preguntan por alternativas prácticas al modelo de Kirkpatrick. La solución más sencilla, posiblemente, consista en analizar los programas de una forma diferente identificando y midiendo los cambios observables que queremos inducir con la formación.

lunes, 17 de junio de 2013

La búsqueda de un nuevo paradigma en formación

Cada vez más directores de formación coinciden en la necesidad de encontrar un nuevo paradigma que les lleve a planificar, gestionar y ejecutar los programas de formación de una manera diferente.

No es tan solo un tema de que los presupuestos se hayan reducido, que lo han hecho y de forma drástica. El cambio, sobre todo, se manifiesta en que la intención de un buen número de organizaciones de entender la  formación como una actividad de negocio que contribuya, como el resto de áreas de la empresa, a crear  valor.

Como consultor de formación, he tenido la oportunidad de hablar con innumerables directivos de recursos humanos sobre cómo la formación, la gestión del conocimiento y las políticas de desarrollo de recursos humanos pueden contribuir al crecimiento y la estabilidad del negocio.

Las siguientes ideas aparecen de forma recurrente. Son los componentes de un nuevo paradigma que lleva, de forma progresiva e inevitable, a una mayor integración en la organización de los equipos y departamentos de formación.


Alineamiento

Significa que los programas y las iniciativas de formación deben estar alineadas con la estrategia de la compañía. Garantizar el alineamiento entre las inversiones en formación y los intereses de la organización es la principal responsabilidad del director de formación.
La lectura final del alineamiento es dedicar el dinero a los programas que aportan valor a la empresa. Existen muchas formas de aportar valor a la empresa desde la formación, como vimos en un post previo sobre funciones de la formación.

Corresponsabilidad

Es una idea clave del nuevo paradigma. La empresa proporciona los medios para que el empleado tenga la formación necesaria, pero el empleado es el responsable de estar formado y preparado para asumir los retos que plantea su puesto de trabajo.
La esencia que subyace bajo este concepto es que las empresas no deberían gastar ni un solo euro en la formación de empleados que no tienen interés en formarse. La formación no es un beneficio social, los empleados no tienen derecho a ella simplemente por estar en la empresa. La formación es una inversión importante y con un componente importante de riesgo. Favorecer a las personas motivadas y con interés en formarse es la forma más práctica de reducir el riesgo.

Personalización

La formación de éxito se gestiona persona a persona. Cada persona contiene un mapa único de conocimientos, competencias, aptitudes y actitudes. Los programas de formación deben estar preparados para lidiar con esta diversidad, ofreciendo a los empleados la posibilidad de formarse en aquello que necesitan, desean y les permite proporcionar más valor a su trabajo.
Las empresas que optan por la gestión de la formación personalizada están dejando de crear programas genéricos dirigidos a colectivos concretos. En lugar de ello, se crea una oferta amplia de formación muy cercana al negocio y se deja que sea la oferta y la demanda la que moldee el catálogo.

Marca personal

Este componente aparece con mucha fuerza en las empresas que intentan crear una cultura de trabajo basada en la innovación. En estos entornos la contribución individual es importante y valorada. Los empleados construyen su imagen profesional y su marca interactuando con otros empleados y con personas externas a la empresa. Cada vez con más frecuencia los directivos de recursos humanos buscan medios para que la formación contribuya al reconocimiento y la imagen personal de los empleados como profesionales.

Reconocimiento académico

Como extensión del concepto de marca personal, unas cuantas empresas están alcanzando acuerdos de colaboración con universidades y escuelas de negocio cuyo objetivo es la creación de programas conjuntos que proporcionen titulaciones académicas privadas a los empleados que completen los programas. Esta tendencia, muy frecuente en los países anglosajones desde hace décadas, está popularizándose ahora en España gracias a la necesidad de las escuelas de negocio de encontrar formulas alternativas para captar alumnos.

Entornos colaborativos

La mayor parte del conocimiento práctico del negocio reside en el interior de la cabeza de los empleados y está fuera del control de las empresas. La creación de Comunidades de Práctica intenta acceder al conocimiento tácito de los empleados induciendo a que se comparta, se difunda y se convierta en conocimiento explícito y documentado.
Muchos directivos de recursos humanos preguntan y se interesan por el aprendizaje colaborativo. Por otra parte, muy pocas empresas están lanzando iniciativas serias. Casi todas las iniciativas que he presenciado en los últimos años se limitan a instalar un entorno tecnológico y abandonar a las comunidades a su suerte. El éxito de las comunidades de práctica se basa en la existencia de personas dedicadas que garantizan un flujo mínimo de contenidos que sostenga a la comunidad y la participación de nuevos perfiles profesionales que la dinamicen y cuiden de la calidad de la información generada.

Gamificación

Consiste en propiciar el aprendizaje a través del juego mediante actividades habitualmente, en simuladores. 
Las empresas preguntan frecuentemente por la gamificación como una posible fórmula para incrementar la satisfacción de los empleados con la oferta de formación online.



martes, 19 de marzo de 2013

La brecha sanitaria

El concepto brecha sanitaria describe las diferencias entre la atención sanitaria que reciben diferentes grupos de personas.

Existen dos tipos de brechas sanitarias. La brecha geográfica describe las diferencias entre los sistemas de salud disponibles entre diferentes países. Esta brecha geográfica determina, entre otras cosas, la esperanza de vida al nacer, la mortalidad infantil o el número de muertes evitables por carencia de medios sanitarios básicos. Es, por ejemplo, determinante en la mortalidad maternal o la propagación del SIDA.

El segundo tipo es la brecha local, que describe diferencias entre diferentes grupos sociales dentro del mismo país. La brecha local es consecuencia de la desigualdad en el reparto de la riqueza dentro de una misma comunidad.




La brecha de la esperanza de vida se sitúa en los 6.000 $. La esperanza de vida promedio de los países con rentas per capita inferiores a esta cantidad es de 60,3 años, frente al promedio de 76,2 en los países con rentas mayores. Nacer en un país pobre implica vivir una cuarta parte menos (26,4%) que en el resto de los países.

Esta distribución tiene algunas características y excepciones notables.

- Sudáfrica se sitúa entre los países con menor esperanza de vida (55 años) a pesar de que por su nivel de renta debería superar los 70 años.

- Las desigualdades sociales de Rusia la llevan a tener una esperanza de vida de apenas 68 años con una renta per cápita de 21.246$.

- Cuba disfruta de la esperanza de vida más elevada (78 años) entre los países con rentas inferiores a los 10.000$.

- Todos los países con rentas mayores de 10.000$ superan los 70 años de esperanza de vida, con la única excepción de la Federación de Rusia.

- Todos los países que superan los 80 años de esperanza de vida disfrutan de rentas superiores a los 25.000$.

El caso de Sudáfrica es especialmente llamativo. Su baja esperanza de vida es ocasionada por la elevada incidencia del SIDA en el país, que afecta al 12% de la población y el 18% de los adultos. Esta cifra es consecuencia directa de la excéntrica política sanitaria adoptada por el gobierno sudafricano entre los años 2000 y 2007, negando la relación entre el virus VIH y el SIDA, rechazando la adopción de medidas de prevención del contagio, prohibiendo la distribución de retrovirales y adoptando tratamientos a base de ajo, aceite de oliva y limón como remedios para detener el avance de la enfermedad.

En el año 2010 el 47% de los fallecimientos fueron causados por el SIDA. La enfermedad afecta actualmente a casi seis millones de sudafricanos, de los que al menos cinco millones son achacables directamente a la política del Ministerio de Salud.

martes, 19 de febrero de 2013

Hábitos saludables

En los años 90 existía la creencia generalizada de que la causa de las enfermedades graves se repartía a partes más o menos iguales entre los factores genéticos y los llamados hábitos de riesgo. Este paradigma ha caído de forma estrepitosa a lo largo de la pasada década.

Todos los estudios realizados apuntan a que los malos hábitos de salud son muchísimo más determinantes que cualquier otro factor, incluida la predisposición genética. Los datos apuntan a que el menos el 80% de los casos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes están directamente relacionados con malos hábitos entre los que destacan el tabaquismo, la alimentación deficiente, el abuso del alcohol, el consumo de drogas y el abuso de medicamentos.

Es importante que entendamos en su justa medida el alcance de la frase anterior. Llevar una vida saludable no elimina la posibilidad de sufrir una enfermedad grave, tan sólo nos ayuda a que  la probabilidad descienda hasta un nivel acorde con las capacidades y características del organismo humano. El 20% de los casos para los que no se encuentra una relación causa efecto con un hábito poco saludable se reparten al azar entre toda la población. Podemos contraer una enfermedad grave sin incurrir en ningún factor de riesgo. El cáncer infantil es un buen ejemplo de ello.

Pero lo realmente importante es que llevar una vida saludable nos coloca en una situación completamente diferente cuando tenemos que afrontar una enfermedad grave. En una intervención quirúrgica, por ejemplo, el tabaco y la obesidad incrementan de forma drástica los riesgos asociados a la anestesia.

Llevar una vida poco saludable incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad grave y reduce la probabilidad de superarla con éxito.



En el mundo de la empresa también existen hábitos saludables y hábitos de riesgo.

Al igual que ha sucedido en el mundo de la salud, en el mundo de la empresa también se están transformando los paradigmas. Los hábitos de gestión saludables no eliminan por completo el riesgo, pero lo reducen de forma considerable y nos colocan en situación de afrontar las crisis y los cambios en condiciones mucho mejores.

Apalancamiento moderado.
La mala salud financiera es el equivalente de las empresas a las enfermedades cardio vasculares. Una empresa aparentemente sana puede sufrir un infarto de liquidez en cualquier momento si no se preocupa de controlar la tensión arterial del flujo de caja.

Crecimiento adecuado
El crecimiento rápido descontrolado (obesidad corporativa) lleva a problemas de endeudamiento y sobre-dimensionamiento de las plantillas. El exceso de empleados se parece a la diabetes. La empresa diabética tiene mucha más capacidad de producción de la que necesita, lo que la lleva inevitablemente a la caída de  beneficios y la aparición de tensiones laborales,

Transparencia
La falta de transparencia, los mecanismos de control ineficientes y la existencia de reinos de Taifas suele llevar a las empresas a una situación continuada de deterioro que a veces se ve acompañada de lo que podríamos llamar corrupción de baja intensidad. La opacidad en la gestión es el equivalente al tabaquismo. Sus efectos se extienden por todo el organismo y es extremadamente difícil de resolver ya que, al igual que sucede con el tabaco, cuando la opacidad se instala en una empresa, muchas de las personas asumen que dependen de ella para sobrevivir. Es más o menos lo que sucede con el tabaco. Las neuronas "creen" que necesitan la nicotina para seguir viviendo y por ese motivo las personas se hacen adictas con tanta facilidad.

Espíritu abierto
Estar abierto a la comunicación, la innovación y los cambios. Entender que:
  • el destino de la empresa depende más en ser adaptable que en apegarse a las tradiciones,
  • todas las personas son importantes y todas sus aportaciones son potencialmente valiosas,
  • la productividad y la eficiencia aumentan cuando existe un sentido compartido de propósito común y
  • el futuro está por inventar.





lunes, 4 de febrero de 2013

Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer

El 4 de febrero es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer. En los últimos años se han logrado avances prodigiosos en el diagnóstico y tratamiento de la familia de enfermedades que agrupamos bajo la denominación genérica de cáncer.

Lo que resulta paradójico es que en la Era de la Información, el principal aliado de la enfermedad sea precisamente la desinformación. Uno de los grandes paladines de la revolución digital, Steve Jobs, fue una de las víctimas prematuras e innecesarias de la desinformación acerca del cáncer.



La homeopatía fue inventada a finales del siglo XVIII por el "médico" alemán Samuel Hahnemann. Era una época en la que la esperanza de vida al nacer era de apenas 36 años, no existía la higiene ni el agua corriente, la cirugía se practicaba con serrucho sin anestesia y el tratamiento para la mayor parte de las enfermedades consistía en sangrías aplicadas con sanguijuelas.

Hahnemman tuvo la extraña iluminación de que "un veneno que cause los mismos síntomas que una enfermedad debe ser un tratamiento eficaz para dicha enfermedad". Es completamente imposible saber qué le llevó a esta conclusión absurda, pero en medio de la ignorancia absoluta en la que se movían los curanderos de la época, esta estrafalaria idea no desentonaba con el estándar de la ciencia médica del siglo XVIII.

Hahnemann puso a prueba su teoría ingiriendo una solución de corteza de cinchona, sufriendo de forma inmediata desagradables efectos como mareos, frío, debilidad y somnolencia. Inexplicablemente, Hahnemann asoció estos síntomas a la malaria, enfermedad muy común en aquella época en las colonias europeas y que hoy en día sigue siendo una plaga terrible en África.

Un reloj parado da la hora correcta dos veces al día. La corteza de cinchona contiene cientos de sustancias químicas complejas. Una de ellas es la quinina, un anti-inflamatorio con propiedades analgésicas que era utilizado como medicamento por los indios de América Central. No es extraño que los primeros pacientes de malaria tratados por Hahneman mostrasen síntomas de mejoría, aunque la razón no tuviera relación alguna con la estrambótica lógica del médico alemán.

Hahnemann también descubrió que las dosis elevadas de su nuevos medicamentos mataban de forma inmediata a los pacientes por envenenamiento. Esto le llevó a la segunda iluminación: "la dilución del medicamento multiplica sus efectos curativos", que significa literalmente que según Hahnemann, cuanto menos medicamento contenga la preparación final que tome el paciente, mayor efecto curativo tendrá.

El método de preparación de Hahnemann consistía en diluir una gota de la sustancia original en 100 gotas de agua. A continuación agitaba y golpeaba con fuerza el envase para "imprimir las características del medicamento al agua". El preparado diluido resultante se vuelve a diluir combinando una gota del preparado en cien nuevas gotas de agua. Se repite el procedimiento de impresión mediante agitación y golpeo. A continuación se vuelve a realizar otra dilución. Este proceso se repite un mínimo de 30 veces, lo que significa que en el medicamento final que llega al paciente contiene una gota de medicamento por cada 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 gotas de agua, que equivale más o menos a veinte piscinas olímpicas.

En principio no tengo nada contra la homeopatía aunque sus principios pseudo-científicos no hayan cambiado desde el siglo XVIII. Estamos en el siglo XXI, cada uno es libre de elegir de que época es el tratamiento que prefiere.

El efecto placebo es extraordinariamente efectivo en muchas enfermedades menores. Vivimos en una cultura de píldoras. Los pacientes acuden a los doctores exigiendo la píldora mágica que les cure del catarro, el dolor de espalda, la caída del cabello y las agujetas después de hacer deporte. Una píldora de azúcar o un jarabe de agua con colorante tiene muchos menos efectos secundarios que un antibiótico  un anti-inflamatorio  un analgésico o cualquier otro medicamento que contenga principios activos reales. Además, el cuerpo humano y los agentes patógenos se adaptan a los medicamentos haciendo que estos pierdan sus efectos cuando se toman de forma continuada. En un catarro común el zumo de naranja es más efectivo que un antibiótico, entre otras cosas porque tomar antibiótico para parar un catarro es como disparar un cañón para matar una mosca.

Por otra parte, hay enfermedades serias y potencialmente letales que no pueden ser curadas con agua y azúcar. Es aquí donde la medicina homeopática, los iridólogos, acupuntores, nutricionistas y toda clase de terapeutas alternativos deberían asumir un compromiso ético. Una de cada tres personas que padece cáncer acude a un terapeuta alternativo. Una parte de los terapéutas alternativos que, a pesar de no pertenecer a la profesión médica, tratan a pacientes con enfermedades graves no dudan en obtener un beneficio económico fácil apoyándose en la desinformación y en la angustia.

En mi opinión, proporcionar información pseudo-médica falaz sobre enfermedades serias, como todas las formas de cáncer, debería ser un delito


lunes, 21 de enero de 2013

Un poco de redundancia es bueno

Los humanos nos enfrentamos continuamente a situaciones en las que tenemos que confiar en nuestro organismo. Casi siempre son cosas pequeñas, como correr diez metros para cruzar una calzada por un lugar inadecuado o saltarnos una comida para avanzar en el trabajo. En contadas ocasiones a lo largo de nuestra vida las situaciones en las que tenemos que confiar en las capacidades de nuestro cuerpo son  mucho más críticas, como escapar con vida de una zona peligrosa o afrontar una intervención quirúrgica seria.

Por suerte, nuestro organismo suele responder muy bien incluso en las situaciones más extremas.

La clave del éxito de la especie humana y de todas las especies vivas del planeta es la redundancia. Algunos de nuestros órganos más importantes están duplicados y todos en general están escandalosamente sobredimensionados.

Es llamativo que, por otra parte, los gurus del management y las escuelas de negocio hayan insistido tanto en los últimos treinta años en que las empresas deben estar optimizadas al 100% y que hay que eliminar todas las redundancias.



La transición del humano estándar al humano optimizado implica un proyecto de transformación ambicioso en el que, sin duda, existirá sufrimiento y resistencia. Necesitaremos mucho liderazgo para hacer realidad esta visión. Este sería el roadmap:

- Vender un riñón. Es un quick win evidente en el que monetizamos una redundancia. Esto ya lo hizo un ciudadano chino para comprar un iPad.

- Suprimir el 80% de la tiroides, el hígado, el páncreas y el bazo. Estos órganos están sobredimensionados y provocan un consumo innecesario de recursos.

- Vender los ojos y externalizar la función de la visión. A fin de cuentas la vista no es una función esencial para la supervivencia y es una fuente habitual de distracciones.

- Extirpar un pulmón. Es una solución dolorosa, pero no hay alternativa ya que sólo se pueden vender por pares y no necesitamos los dos. En realidad, con el 30% de un pulmón sería suficiente, pero el coste de eliminar el 70% de un pulmón es demasiado elevado..

- Reemplazar el corazón por uno artificial, mucho menos propenso a cambios de ritmo y problemas de mantenimiento.

- Eliminar los depósitos de grasa y los músculos innecesarios. El humano estándar es capaz de sobrevivir 60 días sin ingerir alimentos. Un humano optimizado necesita sólo las reservas suficientes hasta la próxima comida.

- Cortar cinco metros del intestino delgado. Con dos metros es suficiente, especialmente ahora que hemos optimizado al humano y puede sobrevivir con mucha menos energía.

- Por último, la transformación final nos llevaría a modificar la bioquímica del organismo eliminando la posibilidad de transformar los azúcares, las grasas y las proteínas. Si hemos optimizado al 100% no volveremos a necesitar estas costosas transformaciones moleculares.

La única duda es cuál sería la esperanza de vida de un humano optimizado, aunque posiblemente esa sería la preocupación del siguiente consejo de administración. Es muy frecuente que los directivos que lideran los procesos de transformación radical no se queden en la empresa después del cambio y cedan la gestión de "la criatura" a otros directivos.

Durante el Siglo XIX se popularizó la visión de que los seres vivos somos "máquinas muy complejas". Hoy sabemos que un ser vivo se parece mucho más a un ecosistema que a una máquina. En un ecosistema las relaciones entre los componentes son más importantes que las funciones de los componentes. Por eso, la redundancia es necesaria para la vida.

Una empresa no es un ser vivo, pero tampoco es una máquina. Cuanto más grandes son las empresas más se parecen a un ecosistema. Precisamente por ese motivo las empresas necesitan algo de redundancia que les permita afrontar los imprevistos y sobrevivir.